La bodega Artadi se define así misma como una historia ligada al recuerdo y al saber hacer de sus antepasados. Su origen se remonta a 1985, donde un grupo de vecinos de Laguardia comenzaron a cultivar sus viñedos.
Fue en 1992 cuando las familias Lacalle y Laorden se pusieron al frente de la bodega con el objetivo de preservar las tradiciones arraigadas, impulsar el cultivo ecológico y mantener vivo el espíritu del viñedo.
Tiempo después, y con el mismo fin en mente, expandieron su labor en Artazu (Navarra), El Sequé (Alicante) e Izar-Leku (Guipúzcoa).
Artadi defiende un cultivo basado en la tradición y en el respeto a la vid y al medio ambiente, y libres de agentes químicos. Su esencia es disfrutar de la viveza de los vinos, con sentimiento, e integrando los viñedos y la naturaleza en nuestras vidas.