Las tres iglesias de Saint-Emilion arropan el viñedo Châteu Angélus donde antiguamente las campanas anunciaban el rezo del Ángelus por la mañana, a mediodía y por la noche, marcando así las jornadas laborales en las viñas. Rememorando este momento de oración, una campana aparece en las etiquetas de las botellas de Château Angélus.
Desde 1782 y durante ocho generaciones, la familia de Boüard de Laforest ha cultivado y ampliado la bodega alcanzando grandes hitos como la obtención del rango de Grand Cru Classé en 1954, durante la primera clasificación de Saint-Emilion.
Châteu Angélus aboga por un equilibrio de los ecosistemas y por la búsqueda de la excelencia a través de la innovación en el viñedo, la cosecha, la vinificación y la crianza.