En 1932, la familia Moueix adquirieron el Château Fonroque en la cuna de Saint-Emilion. Aproximadamente, 70 años después, la introducción de la tecnología, la biodinámica y la inteligencia biológica hacen de este domaine una referencia en la zona. A partir de julio de 2017, la propiedad pasó a manos de la familia Guillard.
La finca Fonroque se extiende a lo largo de 20 hectáreas al noroeste del pueblo de Saint-Émilion. Gracias al binomio Alain Moueix – familia Guillard, se fomenta la sostenibilidad de los suelos, la mejora del terruño y el estudio de los fenómenos biológicos y su aplicación. Sus vinos están dentro de la clasificación Premier Grand Cru Classé y su influencia y reconocimiento internacional están en constante crecimiento.