El origen de esta bodega comenzó en el siglo XII en el denominado Montículo de Margaux que, en ese momento, no tenía vides. Desde finales del siglo XVII y hasta el día de hoy, Château Margaux ocupa 265 hectáreas, de las cuales, un tercio se dedica a las vides. La bodega se ha convertido en un referente entre los vinos de Burdeos gracias a su clima competitivo, las inversiones realizadas y su expansión internacional.
Sin lugar a duda, de todos los dueños de Margaux, André Mentzelopoulos se convirtió en una figura clave e icónica en el desarrollo del château: reconstruyó el patrimonio arquitectónico y vitivinícola para que el terroir pudiera dar lo mejor de sí. Por todo ello, la cosecha de 1978 fue reconocida como Excepcional gracias al trabajo inmensurable de Mentzelopoulos.
Desde que Château Margaux fue clasificada como Premier Grand Cru Classé en 1855 hasta el S.XXI, la bodega ha impulsado el departamento de I+D, un cultivo biodinámico y un sistema de autenticación de sus botellas.