Seriedad y tradición. Esta es la máxima por la que se rige esta bodega a lo largo de su historia. Todas las generaciones que han estado y están al frente de la finca, tienen esta misión como punto de referencia a la hora de gestionar e impulsar la bodega.
La reputación y reconocimiento de Guilbaud Frères se debe al estudio de los suelos, a sus viñedos familiares y a las relaciones históricas con los viticultores de Mouzillon y las zonas aledañas.