En 1989, Fernando Remírez de Ganuza fundó en Samaniego, en la Rioja Alavesa, las Bodegas Remírez de Ganuza con la única e importante premisa de ser fiel a la uva e intervenir lo más mínimo en el proceso de elaboración del vino.
Durante la década de los 70 y 80, Fernando Remírez pudo incorporar las tierras más apropiadas de la región gracias a la compra-venta de viñedo viejo y así desarrollar su proyecto con plenitud.
Una fuerte y constante apuesta por la innovación es la clave para ensalzar la calidad de sus caldos. Por ello y a lo largo de los años, Remírez de Ganuza incorpora nuevas técnicas en el proceso de elaboración y crianza.